Parece ser que la ironía es la terapia que más utilizan quienes gobiernan para lavar sus caras y verter el agua sucia a quienes sufren sus desaguisados.
Y si se trata de pacientes de Salud Mental a peor la mejoría. Desde hace más de un año, el edificio que alberga a los pacientes crónicos y de media estancia de salud mental en Gran Canaria, está en fase de abandono. No hay más que darse un paseíto por el lugar -Hospital Juan Carlos I- y apreciar que lleva casi 9 meses sin moverse una piedra.
Seguro que están esperando a que las condiciones climatológicas empeoren, como cada año, en verano y las temperaturas sean infernales para volver a cerrar las ventanas y dejar que los pacientes sufran en la «cámara de gas».
Luego, a realizar los trabajos que están parados desde hace todos estos meses.
Por otro lado, a escasos metros del Juan Carlos I, tenemos el súper especial edificio de enfermedades emergentes que sigue sin ser abierto, sin ser terminado pero entregado al Servicio Canario de la Salud, seguramente con tantas o más deficiencias que el anterior, aparcamiento de ambulancias en el que no caben las mismas porque tocan el techo, goteras, no ha pasado filtros sanitarios, unidades internas desnudas, etc.
Nos preguntamos cuando tendremos una Administración seria y eficiente que se preocupe por cumplir sus obligaciones y no lavar su cara y echar el agua sucia al personal.
Canarias, 15 de junio de 2023