La Administración Sanitaria con sus altos cargos al frente, el tsunami permanente para el personal de la sanidad pública.
Para los altos cargos no existe otro tema en la Sanidad que el COVID-19 y tras el telón del mismo esconden los incumplimientos continuos de sus propias normas, e incluso de sus promesas en cualquier ámbito de negociación.
Prometen estabilización del personal, pero bloquean interinidades en alguna categoría como en la de enfermeras y enfermeros; porque no publican la lista de empleo que emanó de la OPE 2007 y que según sus propias normas de funcionamiento, debería estar publicadas 6 meses después de haber tomado posesión las personas que opositaron en la mentada OPE, hace de esto más de 2 años.
Además, se da la incongruencia de que se bloqueó su publicación días previos a la fecha prevista de aparición en el BOC, pero sin embargo cualquier persona de esta categoría puede saber su número de orden en esa futura lista, por estar operativa en la página web del propio SCS. No dejamos pues de preguntarnos qué oculta y a quién beneficia la falta de publicación de esa lista.
Pero eso no es todo; siguiendo con los incumplimientos de esta Administración Covid, queremos recordar que en varias ocasiones se ha dado fecha de publicación y resolución de los concursos de traslados, inclusive en la propia Mesa Sectorial y de nuevo vuelven a engañarnos. Dieron como fecha enero de 2021 y a día de hoy nada de nada, ni visos de que se publique. Esto lo único que consigue es tener a todo el gremio en un estado de incertidumbre y angustia que se une al día a día asistencial.
Esta situación solo beneficia a unas pocas personas en detrimento del colectivo en conjunto; pues hasta que no se produzcan los traslados, no se podrá tomar posesión de las plazas de las categorías que ya se han examinado y consecuentemente, se bloquean sin sentido las interinidades en alguna de estas categorías.
Pero no es culpa de la Administración, no, no; es responsable el bichito que la ha dejado catatónica. Al margen de la evidente emergencia asistencial que se sufre, sobre todo por la ciudadanía y el personal sanitario; en los asuntos de gestión administrativa y de recursos humanos se ha quedado pasmada y no es capaz de arrancar y dar respuesta a sus administrados.
Desde SEPCA exigimos a las figuras políticas, que dejen a ya un lado las fotos y la publicidad y den respuesta a quienes están dando la cara día a día en sus puestos de trabajo. Que cumplan con los compromisos y no usen de manera torticera e interesada la situación sanitaria.
Si si, algunas gerencias utilizan de manera retorcida y a conveniencia las instrucciones y citamos como ejemplo la Instrucción 21/2020, que facilita la renovación de contratos a las personas y no a los puestos, saltándose el orden de prelación en las listas de contratación. Aquí hay quienes la utilizan con vistas a más allá del fin previsto del estado de alarma (mayo 2021); ofertando dicha renovación a determinadas personas por un año, en perjuicio de quienes están en mejor posición en las listas de contratación.
Y es que esto no significa solo el incumplimiento de sus propias normas, sino de los derechos fundamentales recogidos en nuestra Constitución como el derecho al trabajo.
El personal de la Sanidad Pública Canaria también tiene su vida y las personas responsables de su gestión la tienen confiscada por sus decisiones interesadas.
Canarias, 28 de enero de 2021