Lastimosa la situación de las obras que se realizan en las dependencias del Servicio Canario de la Salud, concretamente ahora en la isla de Gran Canaria. Como días atrás denuncio esta Organización, en el CHUIMI se están sufriendo incidentes de toda índole, desde problemas para acceder al recinto hasta accidentes laborales con afectación de la salud de quienes desempeñan allí sus funciones profesionales.
Pero no quedan aquí las improvisaciones y dejaciones que se cometen a la hora de realizar obras en las dependencias asistenciales del Servicio Canario de la Salud, sirva este otro ejemplo.
En el Hospital Juan Carlos I se vienen realizando desde hace algo más de dos meses, obras de adecentamiento de la fachada del edifico principal, todo sea dicho de paso, después de que estuviesen cayendo cascotes que ponían en riesgo a usuarios y personal, en una obra que debería haber estado terminada hace ya bastante tiempo.
Esta obra se comienza en la peor época del año, dada cuenta de que este hospital no está dotado de aire acondicionado y se hizo necesario cerrar ventanas para evitar la entrada de polvo y escombros durante la demolición de parte de fachada.
Esta situación se produce con pacientes ingresados en cuatro plantas del mencionado hospital, pero parece que al ser pacientes de psiquiatría poco importan, ya que cada vez que se realiza una reforma en una planta del Hospital Dr. Negrín se cierra la misma. En esa época incluso había pacientes con COVID ingresados, ignorando las medidas de ventilación que recomiendan los expertos en estos casos.
La “solución» fue poner ventiladores que lo único que conseguían era mover el aire de un lugar a otro de las dependencias asistenciales.
Esta Organización por medio de su delegado de personal, ha denunciado los hechos ante la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Dr. Negrín y ante la Inspección de Trabajo y la ha reiterado ante el Comité Insular de Seguridad y Salud del Área de Salud de Gran Canaria, siendo la respuesta de estos órganos el silencio total y absoluto.
Además, el personal por su parte ha llamado a la Unidad de Prevención y las respuestas dejan mucho que desear. También se han trasladado al recinto las responsables de enfermería del Dr. Negrín, con la curiosa coincidencia de que 10 minutos antes de que llegasen se abrieron las ventanas.
La referida situación en este tiempo ha ido a más, siendo visibles boquetes en las paredes internas, fisuras en las mismas y el trabajo de una pica de gran tonelaje con el personal detrás de esa pared. Además, parece no tenerse en cuenta que en esas instalaciones sanitarias viven más de cien pacientes, a quien insistimos no se les da la debida importancia al tratarse de patología psiquiátrica, porque si fuesen de otra especialidad se hubiesen trasladado a otro lugar con total seguridad.
Nos preguntamos si las personas responsables de esta gestión están esperando a que se produzcan accidentes en nuestros puestos de trabajo u otras situaciones graves con las personas ingresadas, para tomar algún tipo de medida. Vemos que se olvidan totalmente de la prevención y lamentablemente, como en otras ocasiones, ya se encargarán de “curar”. Tómese como ejemplo lo ocurrido en el CHUIMI.
Desde SEPCA exigimos que se ejecuten de inmediato soluciones de calidad y no parches irrisorios como ventiladores, que lo único que hacen es agravar ciertas situaciones. Y si la solución a corto plazo es inaugurar el mini hospital donde ya se sacaron la foto para la posteridad, háganlo, que los pacientes de Psiquiatría tienen los mismos derechos que el resto.
Las Palmas de Gran Canaria 19 de septiembre de 2022